Cansancio Campesino desata una rebelión en Paraguay.
200 campesinos paraguayos, que estarían armados con rifles y con sus rostros tapados con pañuelos verdes y naranjas, tomaron la estancia de Santa Elena (Departamento de Concepción), en el norte del Paraguay. Los campesinos exigen la detención de la tala de bosques, su comercialización, y el reparto de Tierras de grandes productores de soja.
El gobierno de Fernando Lugo envió agentes especiales antimotines y francotiradores al lugar, rodeándolo, pero los campesinos habrían prometido resistir el desalojo.
El Ministro del Interior, Rafael Filizzola, dijo que se envió al lugar policías para "defender la propiedad privada", pero advirtió que se buscará negociar para "proteger la integridad física de las personas". Lugo prometió en su campaña, a los campesinos: realizar una reforma agraria, y a los agroproductores: defender la propiedad privada. Desafío bien difícil si se considera a Paraguay el sub-campeón del Latifundio y de la concentración agraria en pocas manos, después del Brasil. Como ya se vienen dando escaramuzas entre productores de soja, campesinos sin tierra y policías, desde hace unos meses, en la frontera con Brasil; el tema tuvo aristas internacionales, al salir Lula a defender a los brasiguayos (brasileños sojeros radicados en Paraguay desde hace décadas), y envió varios mensajes intimidatorios hacia Asunción.
Lugo, creó el 13 de noviembre una Coordinadora para el desarrollo de la Reforma Agraria, pero la tibieza de su funcionamiento no ha logrado convencer a los campesinos, que parecen haber agotado su paciencia y se toman de la promesa electoral de Lugo, para exigir al gobierno medidas urgentes. Varios grupos campesinos acampan desde hace meses a la vera de los límites de varias estancias, amenazando con tomarlas, quemar los campos de soja o destruir las maquinarias. Debido a esto, el 16 de diciembre, los productores sojeros y ganaderos paraguayos (brasiguayos y nacionales), realizarán un "tractorazo" contra el gobierno de Lugo, para exigirle que detenga la amenaza campesina. Coincidentemente (y llamativamente), los terratenientes sojeros y ganaderos del Departamento Santa Cruz (Bolivia), también el próximo 16 de diciembre, realizarán un "tractorazo" en ese país, para protestar contra el gobierno de Evo Morales y su política de reforma agraria.
Batalla campesina en "Toro Blanco" (Departamento de Caazapá)
Hace unas pocas horas, otro grupo de campesinos paraguayos "Sin Tierras", habrían ingresado a la estancia "Toro Blanco" (Departamento de Caazapá), a 300 km de Asunción, y habrían quemado maquinarias agrícolas e incendiado galpones, exigiendo también la Reforma Agraria y la Re-Distribución de Tierras. Hasta ahora, los departamentos afectados por el conflicto campesino-agroproductor, solo afectaba a los departamentos nordestinos habitados por los brasiguayos (estos poseen el 40% de la Tierra cultivable de las zonas fronetrizas con Brasil), pero al incorporar al departamento Caazapá al conflicto, éste se empieza a convertir en un problema que involucra a todos los terratenientes paraguayos, y no solo a los de origen brasileño.
Lugo, Tiempo de Elecciones.
En primer lugar, Lugo no puede cometer el grave error de permitir que muera ni un productor ni un campesino ni nadie. La estrategia debe ser el diálogo y la negociación; pero no se puede mantener ni a los campesinos esperando una lejana reforma agraria ni a los productores sin la tranquilidad para producir. Luego debe ser claro, y declarar revertibles al Estado Paraguayo, por lo menos un 25% de las Tierras Cultivables del Paraguay, y sujetas a la Reforma Agraria. Ésto lo deberán entender los productores y aceptar los campesinos. Se debe establecer un Pacto Agrario en Paraguay entre Gobierno, Campesinos y Productores, que establezca claramente cantidades de Tierra a Expropiar, a Revertir y a Distribuir, así como los Plazos en que se realizarán (que debe ser comenzando desde Ayer). Si esto no se hace, si no se pacta para que los campesinos tengan su Tierra y los productores produzcan con tranquilidad, una Ola de Violencia Sangrienta puede desatarse en el Paraguay con consecuencias Sociales, Políticas y Económicas indeterminadas. Los productores sojeros y ganaderos deben cader el 25% de sus propiedades y los Campesinos aceptar ese 25%, por lo menos por 50 años. Un Pacto de Medio-Siglo claro, que aumente la Justicia y la Riqueza productiva en Paraguay. La Historia y la Justicia no se pueden endicar para siempre. Ya no hay Itaipú que pueda contener la Sed de Justicia del Pueblo Paraguayo. Lugo debe elegir, con Justicia, en Paz y sin Sangre.